Aprendiendo del Bambú

¿ Te perderías un ratito en un bosque de Bambú como el que te muestro en la imagen… ?

Apuesto que si!!

Hoy quiero hablarte de lo mucho que podemos aprender del Bambú, de sus cualidades, de su flexibilidad, etc.

El Bambú es originario de Asia y se remonta a unos 40 millones de años pero las primeras fechas en las que se empieza a utilizar datan aproximadamente del año 5.000 a.C. Se piensa que su origen es de China pero no hay pruebas definitivas que lo demuestren.

El Bambú y su Espiritualidad

Esta planta de Bambú se le atribuye al eterno ciclo de la vida ya que se le asocian las cualidades de fuerza, estabilidad y durabilidad. Te lo desarrollo mas adelante pero déjame que te narre una antigua leyenda asiática que sacado del libro «El secreto del Bambú».

Un joven agricultor siembra semillas de bambú, las riega y las cuida con esmero ,pero a los seis meses se aburre y deja de hacerlo. No se explica por qué no florecen. Siete años después, ve brotar los troncos verdes y redondos.

Su elevación es tan rápida, que el campesino, no tan joven ya, afirma que puede hasta verlos crecer.

Le dice a su padre que los tallos han logrado alcanzar seis metros en apenas un mes. El viejo campesino le responde: «No es así, los tallos para alcanzar seis metros han esperado siete años».

Esta es la esencia y sabiduría de esta planta que en siete años acondiciona sus raíces creciendo internamente mientras nadie la ve y solo cuando esta listo se eleva y ya nada puede detenerlo.

Aplicándolo a tu crecimiento y desarrollo personal si te encuentras bien al principio del camino o crees que estás en un momento de estancación y te asaltan dudas de que no avanzas, no notas cambios, etc ,déjame decirte que todas estas dudas forman parte de tu desarrollo y ni por un momento pienses que estás perdiendo el tiempo.

Recuerda el Bambú el crece hacia abajo primero acondicionando las raíces, preparando una buena base.

Desarrollemos algunas cualidades de esta planta que te pueden ayudar personalmente.

1-Crece internamente antes de lanzarte en busca de tus sueños y objetivos

Empieza por desarrollar tu yo interno, eso solo lo puedes conseguir a base de observarte mucho. Cuanto mejor sepas quien eres y que puedes ser capaz de conseguir enfrentaras mejor los retos de tu día a día.

2-Busca las alturas y elévate sin miedo

Pensando en las raíces del bambú que son solidas…busca el cielo, date el permiso de soñar en grande. No te des por satisfecho nunca, y mucho menos te des por vencido y abandones.

3-Sé flexible

Al igual que el bambú puede soportar hasta el mas fiero de los vientos que no se romperá. Lo mismo pasa contigo, por muy pesada o complicada que sea tu situación actual piensa que pasará , toma decisiones que no estén condicionadas por impulsos repentinos.

Medita cada paso que das, a mi en particular me ayuda preguntarme cuando tengo que tomar alguna decisión y estoy confusa me pregunto lo siguiente..

«¿Esto que quiero hacer, me aleja o me acerca del plan de vida que tengo en mente?

4-Sé humilde y agradecido

No te compares con nadie y trata a todos por igual y ofrece tu ayuda sin esperar nada a cambio.

Da las gracias siempre esa palabra tiene mucho poder y transforma a las personas.

5-Apóyate en el grupo, y en tu gente

Somos personas con necesidades y nos necesitamos, aislarte cuando estás pasando un periodo complicado lejos de ayudarte lo que hace es hacer ese problema mas grande.

Si vuelves a mirar detenidamente la foto de este post observaras que el Bambú no crece en solitario, al contrario cuidan los unos de los otros.

Es necesario querer y que te quieran y hay una frase muy potente a mi parecer que lo define así de bien…

«Dejarse querer también es de valientes.»

Como ves esta planta tiene mucho de espiritual y puedes aplicarte sus cualidades a tu desarrollo personal integrando en tu día a día alguna de esas cualidades.

Como siempre digo el autoconocimiento sobre uno mismo es un camino de aprendizaje y evolución que se requiere toda una vida para poder dar lo mejor de ti.

«Yo mando sobre mí, soy como el bambú: flexible y a la vez fuerte.

Lo externo me mueve, pero no me tumba.»

Walter Riso.

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